Cómo planificar una reforma de la cocina, por DECORACIÓN Y REFORMAS

La función de la cocina ha sufrido un cambio sustancial a lo largo del tiempo en el imaginario colectivo. De ser una simple habitación de servicio, se ha transformado en un espacio abierto y en una nueva dimensión de vida. Las divisiones entre las distintas estancias de la casa, y en particular entre la cocina y el salón, son cada vez más difusas.

La cocina se ha abierto a la sala de estar y, por tanto, ha ganado aún más importancia en la definición de los espacios del hogar. Basta con pensar en el número cada vez mayor de espacios abiertos. Por eso, renovar la cocina es cada vez más importante. La necesidad de crear un entorno único y armonioso lleva a la renovación de la cocina.

Pero, ¿cuándo es el momento de renovar la cocina de casa? ¿Qué pasos hay que dar para llevar a cabo las obras de renovación? Aquí cómo proceder.

¿Cuándo renovar la cocina?
Una cocina de calidad puede durar, de media, más de 20 años si se mantiene en buen estado. Pasado este tiempo, es inevitable que surja la necesidad de renovar la cocina, ya sea para darle un aspecto más moderno, o para tener electrodomésticos más modernos o encimeras laminadas más funcionales.

Por ejemplo, después de un cierto número de años, los aparatos pueden estropearse o quedar obsoletos. Por este motivo, hay que sustituirlos por aparatos con mejor rendimiento o menor consumo energético, por ejemplo, o incluso con más funciones.

También es posible que haya que sustituir las encimeras de la cocina y los muebles altos. Por ejemplo, pueden desgastarse con el tiempo o simplemente se quiere disponer de muebles más modernos.

Puede que los azulejos de la cocina estén pasados de moda y se desee elegir azulejos para la cocina más actuales

En todos estos casos, se debe planificar una renovación, intentando utilizar materiales de construcción más ecológicos.

Planificar la renovación
La palabra clave es planificación, porque una reforma no es una operación sencilla, sino que, por el contrario, requiere una planificación precisa y puntual, para evitar encontrarse durante varios meses en una obra abierta.

Si se ha decidido renovar la cocina, hay que hacer un plan de lo que se quiere conseguir. No hace falta ser un profesional, basta con un simple croquis en el que se indiquen las partes que hay que cambiar y la definición de los nuevos espacios.

También se puede contratar a un profesional en reformas integrales para que diseñe los nuevos espacios, conciliando sus necesidades con los aspectos profesionales de la reorganización del espacio.

Una buena solución sería también recurrir a un contrato "llave en mano". Esto significa que toda la operación de renovación se confía a una empresa especializada que se encargará de todos los aspectos. Sólo se tiene que elegir el proyecto que se desea y la empresa lo llevará a cabo. En algunos casos también se encargan de la limpieza de la casa tras las obras de reforma.

Restyling o renovación completa
Al hablar de renovación es bueno precisar que existen diferentes grados de renovación, según el tipo de intervención que se realice.

  • Restyling. Por ejemplo, puede que sólo se quiera refrescar la habitación, sin tener que hacer necesariamente grandes cambios.
  • Renovación parcial. Se trata de una reforma que renueva la cocina sin hacer ningún cambio en la estructura de la misma.
  • Renovación completa. Se trata de una intervención más incisiva porque supone una renovación total de la cocina. Por ejemplo, se trata de sustituir los suelos, las instalaciones y las conexiones a los servicios domésticos. En este caso, por ejemplo, es posible derribar paredes o modificar la estructura de la habitación.

Fijación del presupuesto
Si se está planeando renovar la cocina, es esencial establecer un presupuesto para invertir. Este aspecto no es en absoluto secundario, ya que en función de la cantidad de dinero de que se disponga, se pueden tomar ciertas decisiones.

Por ejemplo, si se tiene un presupuesto limitado es mejor optar por una renovación menos invasiva. En este caso, se puede decidir sustituir sólo los muebles, sin tener que hacer necesariamente cambios estructurales.

Si, por el contrario, se dispone de un gran presupuesto, también se puede optar por una reforma que incluya la reconstrucción de suelos, la demolición de paredes y la posterior pintura.

Elegir el estilo de la nueva cocina
Llegados a este punto, después de definir el trabajo que se quiere hacer y fijar un presupuesto, se puede pasar a elegir el estilo que se quiere dar a la nueva cocina.

El estilo de la nueva cocina no sólo depende de su gusto personal, sino también de las necesidades. Ya sea un estilo clásico, moderno, retro o urbano, lo importante es que haga sentir en casa.

No hay que dejarse llevar por las modas del momento porque se podrían hacer elecciones que no satisfagan plenamente las necesidades.

A la hora de elegir una nueva cocina, lo importante es respetar el llamado triángulo de trabajo que incluye la zona de cocción, la zona de lavado y la encimera y despensa. Estas tres zonas deben estar dispuestas de forma óptima para que faciliten el movimiento entre ellas.

En general, por ejemplo, el frigorífico y el horno no deben colocarse uno al lado del otro. O es mejor tener un espacio de al menos 60 centímetros entre la placa de cocción y el fregadero.

En cuanto a la distribución de la cocina, en función del espacio disponible se puede elegir entre una península, una isla central o una lineal, con todos los componentes dispuestos a lo largo de la pared.

Tendencias 2021
Siguiendo las tendencias de interiorismo de 2021, la nueva cocina se abre a la zona de estar y se convierte en parte integrante de ella.

Colores suaves, materiales innovadores o ecológicos (madera, mármol, piedra, vidrio) caracterizan las cocinas funcionales y estéticamente atractivas. La cocina se convierte en un espacio multifuncional en el que vivir el día a día.


Fuente original: Comunicae.es.

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