Elegir el tipo de suelo para la vivienda según artideco.es

Algunas de las características más deseadas en el suelo de la vivienda son la resistencia al tránsito y humedad, que sea fácil de limpiar, que presente gran durabilidad y sea decorativo.
Elegir el suelo perfecto no solo va a depender del gusto de la persona, sino que debe de tenerse en cuenta el lugar donde va a ser instalado, presupuesto, uso que vaya a darse, etc.

Conocer los diferentes tipos de suelos existentes, así como las ventajas y desventajas que ofrece le permitirá tomar una mejor decisión al respecto.
Entre las diversas variedades de suelos que ofrece el mercado uno puede encontrar:

  1. Suelos cerámicos o de gres, todo un clásico en el interior de las viviendas. Uno puede encontrar baldosas cerámicas de pasa blanca o pasta roja, con calidades diferentes. Este suelo es muy limpio y fácil de mantener, aunque resulta ser un poco frío. Ideales para ser colocados en baños, cocinas, casas a pie de calle, etc.
  2. Suelos porcelánicos: ideales para ser colocados en baños, cocinas, terrazas, etc. Son suelos para toda la vida aunque un poco más caros que los de gres, capaces de imitar a otros suelos como la piedra, madera o mármol. Soportan a la perfección los cambios bruscos de temperatura.
  3. Suelos rectificados: es un tipo de suelo porcelánico sin juntas, dando la impresión de suelo continuo. Son bastante caros.
  4. Suelos de cerámica seca: son suelos desmontables colocados sin utilizan ningún tipo de adhesivo sobre la estructura. Ideales para las reformas de oficinas o ferias de muestras o lugares que precisan de una rápida instalación.
  5. Suelos de mármol: posee grandes cualidades estéticas, gran belleza, resistencia y riqueza cromática. Son suelos muy fríos que necesitan ser pulidos. Este tipo de suelo muy utilizado en el sur del país, en climas calurosos.
  6. Suelos de madera: es un tipo de suelo cálido y acogedor. Permiten realizar una reforma rápida y limpia. La principal desventaja es que necesitan ser acuchillados cada cierto tiempo y son muy delicados en su limpieza. No se recomiendan para el baño o la cocina ya que es sensible al contacto con el agua.
  7. Suelos laminados: suelos de fácil instalación, no se decoloran con el paso del tiempo, muy sencillo de limpiar y no necesitan ser acuchillados. No es resistente a la humedad por lo que si se derrama algún líquido puede llegar a combarse.
  8. Suelos de microcemento: imitan a la perfección el hormigón pulido y es de fácil aplicación. Son suelos delicados pero de agradable estética, que pueden rayarse con gran facilidad y no pueden ser limpiados con productos abrasivos como la lejía. Suelen ser instalados en determinados ambientes minimalistas o lofts de estética industrial.
  9. Suelos vinílicos: muy utilizado en reformas rápidas dando un toque de diseño muy concreto a determinados espacios de la vivienda. Aísla de los ruidos, del frío y del calor, es hipoalergénico y se instala muy fácilmente sobre suelos de otros materiales. El principal problema de este tipo de suelos es que son poco resistentes en lugares de mucho tránsito y al tiempo de uso.
  10. Suelos linóleo: suelos muy ecológicos de fácil colocación, permiten la realización de rápidas reformas parciales puesto que pueden encolarse al suelo ya preexistente. Son resistentes al desgaste y al derramamiento de líquidos y manchas y es un suelo ideal para ser colocado en despachos o en espacios multiusos como las buhardillas.
  11. Suelos de resina exposi: permite la posibilidad de realizar reformas parciales muy rápidas puesto que puede ser colocado encima del suelo ya preexistente salvo que este sea de madera. Es un suelo antideslizante, impermeable, higiénico y resiste muy bien la acción de los rayos del sol.

A la hora de realizar una reforma de suelos ya sea del hogar, negocio o lugar de trabajo es aconsejable informarse detalladamente y dejarse asesorar por profesionales del servicio, capaces de ofrecerle la mejor de las opciones acorde a su uso y necesidades.


Fuente original: Comunicae.es.

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