Cada vez hay más demanda de lugares en los que los mayores puedan romper su aislamiento y recibir servicios profesionales de estimulación física y cognitiva. Conscientes de ello el equipo impulsor con experiencia desde 2011 prestando ayuda a domicilio, han querido crear un centro de día diferente, al que desde ahora pueden tener acceso 95 personas en situación de dependencia. Su coste es asequible al ser un centro colaborador de la Comunidad de Madrid en el cual se puede percibir la prestación económica vinculada a los servicios sociales (cheque servicio).
Andrés Carrión, fundador de MIT Centro de Día, ha asegurado que “queríamos distinguirnos, huyendo de lo convencional. Sí, en el centro se llevan a cabo las terapias no farmacológicas más convencionales de efectividad demostrada, pero se van a combinar con otras más innovadoras para potenciar a nivel general los resultados. Se fomentará que los usuarios estén en contacto con sus familiares mediante el uso de las tecnologías. Si les gusta cocinar, que lo hagan en la cocina adaptada. Y que salgan con los terapeutas a comprar las pequeñas cosas que necesiten en su domicilio, porque cada experiencia es importante para su autonomía”.
Creen en un envejecimiento activo, por eso las actividades están centradas en la mejora física, cognitiva y emocional de sus usuario. Tienen talleres de cocina, aprendizaje de TICs, rehabilitación funcional, musicoterapia, yoga, gimnasia de manos y hasta una zona de invernadero en la que los mayores realizan trabajos de jardinería. Sin duda una buena forma de estimular e interactuar con la naturaleza en un espacio urbano y cerrado.
Interiorismo moderno cálido y acogedor
Con una superficie de 800 m2, el diseño de interiores y la decoración del MIT Centro de Día, realizado por el estudio de interiorismo de Alicia Mesa, sorprende desde el hall de entrada, similar al de un encantador hotel, que da paso a diversas áreas donde impera el concepto de “espacio abierto multifuncional”. Hay un gran comedor; cocina y cuartos de baño adaptados; una zona multifuncional de más de 200 metros con sala de rehabilitación, zona de ocio y descanso, sala de nuevas tecnologías y la zona de invernadero con flores que conecta con un patio al aire libre.
Alicia Mesa explica que “mi intención fue crear un espacio alejado del concepto de los centros para mayores tradicionales. Un lugar en el que el usuario que llegara a visitarlo por primera vez tuviera deseos de quedarse desde el primer golpe de vista. Se ha tratado de apostar por un aire fresco, moderno, cálido y acogedor, donde se aúnan el diseño con la funcionalidad. La iluminación ha cobrado gran importancia, ya que es lo suficientemente intensa como para facilitar a los usuarios la visión, pero sin que resulte fría y de hospital”.
También se ha tenido muy en cuenta el impacto sensorial y psicológico del color, por lo que en el interiorismo se han decantado por crear un entorno neutro, basado en la combinación de blancos y grises, con un suelo de aspecto de madera que da gran calidez, jugando con alegres notas de color en el mobiliario, tanto en butacas, como en sofás y sillas.
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Fuente original: Comunicae.es.
